La agorafobia es un es un tipo de trastorno de ansiedad, un tipo de fobia (miedo excesivo a un objeto, circunstancia o situación específica), que se caracteriza por un miedo intenso a permanecer en lugares públicos, especialmente donde haya demasiadas personas. El paciente intenta evitar los lugares públicos y, en muchas ocasiones ante ese miedo abrumador, puede que no se atreva a salir de casa ya que ante estas situaciones se siente atrapado, avergonzado, inseguro e indefenso por el miedo de tener un ataque de pánico (perder el control) en estos lugares públicos. Ser, en exceso, dependiente de los demás puede ser un indicio de agorafobia.
La agorafobia se desarrolla normalmente entre los 22-38 años, y no desaparece hasta que no es tratado, por tanto puede llegar a ser un problema toda la vida de una persona si no se pone alguna solución.
Pero la agorafobia no es solo miedo a lugares públicos y espacios abiertos, también son otros síntomas como temores a diferentes lugares y situaciones (tiendas, multitudes, lugares públicos, eventos deportivos, centros comerciales, autobuses, trenes, aviones, puentes, ascensores, cines, restaurantes), es decir, un miedo de estar en un lugar donde no haya ayuda disponible, o donde se siente que puede ser difícil de escapar a un lugar seguro (en su casa), es decir donde no hay una salida fácil. Por tanto llegando al extremo cualquier lugar o situación lejos de un sitio seguro, lejos de su hogar, provocará estos miedos. Cuando usted está en de esos lugares temidos se sentirá muy ansioso y angustiado, y tendrá un gran deseo de salir. Incluso el solo hecho de pensar que debe o puede ir a esos lugares le puede provocar tal ansiedad, incluso un ataque de pánico.
Esto puede afectar en gran medida su vida. El tratamiento de la agorafobia puede funcionar bien en muchos casos, pero resulta difícil debido a que implica enfrentarse a sus miedos. Las opciones de tratamiento incluyen la terapia cognitivo-conductual y los medicamentos (generalmente ISRS un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina). Con el tratamiento adecuado y el seguimiento de un psicólogo experto en agorafobia, usted puede vivir de forma más placentera y feliz.
Los típicos síntomas físicos causados por la ansiedad de la agorafobia son:
Como vemos los síntomas guardan un estrecha relación a los de un ataque de pánico.
Los trastornos de pánico muchas veces desarrollan una agorafobia, ya que se produce un ciclo vicioso, debido a que el trastorno de pánico provoca ataques de pánico causado muchas veces por el miedo a esos lugares.
La agorafobia puede variar enormemente y limitar severamente su capacidad de socializarse, trabajar, asistir a eventos importantes e incluso dificultar las gestiones de la vida cotidiana.
A veces la ansiedad provocada por la agorafobia puede verse reducida en gran medida si, antes esas situaciones, objetos o lugares que lo provocan, vamos acompañados de una persona de confianza, ya sea un amigo o familiar.
Por tanto, con ayuda y acompañamiento, se puede hacer frente a esta patología y a las preocupaciones que desencadena. Otras veces, aun acompañadole se puede sentir muy incómodo. La agorafobia puede ser incapacitante y afectar en gran medida su vida, cuando intentamos evitar las situaciones temidas y la ansiedad, nos mantenemos dentro de su casa durante la mayor parte del día (prisioneros en nuestra propia casa), lo que provoca que el miedo aumente y, por tanto, el problema empeore.
No debemos dejar que la agorafobia estreche nuestro mundo, cuando esto comience a suceder, cuando notemos los síntomas de este trastorno debe llamar a su psicólogo o psicoterapeuta.